¡Buenos días!
Pasados cuatro días ya está aquí la crónica de la carrera del pasado domingo día 31 de agosto. Primero os situaré en contexto para que sepáis cómo surgió la idea de hacerla y luego viene la crónica en sí.
Pues bien, todo empezó cuando hace unos meses conocí a Marc, un chaval de 18 años cuya afición es la misma que la mía, correr. Pero correr... correr, cuantas más horas mejor y cuantos más kilómetros también. A principios de verano me comentó de hacer una carrera de larga distancia, algo que para mí se me quedaba grande, pues lo más que había corrido (en carrera oficial, sin contar entrenamientos) había sido una media maratón, 21km. Me pasó la información de la carrera, VI Travesía Les Borges Blanques - Montblanc, y cuando vi la distancia me cansé de golpe, 51'4km. No estaba ni mucho menos preparado para eso pero bueno, me gustó el reto y la verdad que me entusiasmó que quisiera contar conmigo para hacer la carrera juntos. Durante el verano fui entrenando y me preparé como buenamente pude para tal distancia.
Para esta carrera necesitaba comprarme material que no tenía, pues era obligatorio llevar Camelbag con al menos capacidad para 1L de líquido, manta térmica por si pasaba cualquier accidente, frontal y chubasquero por posible lluvia. Fui equipándome poco a poco hasta tenerlo todo.
Durante la semana previa a la carrera bajé el volumen de entrenamiento para llegar con las energías recargadas para la travesía. La carrera empezaba en Les Borges Blanques, un pueblo a 1 hora de camino de donde vivo yo, a las 7 de la mañana, pero primero teníamos que coger el dorsal, cuya entrega era a las 6 de la mañana, por lo que a las 5 habíamos quedado enfrente de mi casa para salir. La noche antes me puse el despertador a las 4, para poder comer fuerte y que me diera tiempo a hacer la digestión, pero entre los nervios y el cansancio cuando el despertador sonó lo apagué sin darme cuenta y seguí durmiendo. Suerte de mi madre quien a las 4:40 vino a la habitación preguntándome que si no iba a la carrera. Se me quitó el sueño y los nervios de golpe.
"Empezamos bien" - pensé. Me vestí a ritmo de series y desayuné a 2seg/mordisco. En 10' ya estaba en mi portal esperando a Marc y a sus padres para ir hacia Les Borges Blanques, quienes llegaron al minuto. Tras 1 hora de camino llegamos al pueblo, donde aparcamos, cogimos las cosas y nos dirigimos a coger el dorsal.
Una vez recogido, con el chip puesto y todo listo nos dirigimos hacia el arco de salida, donde a las 7 en punto clavadas dieron el pistoletazo de salida.
Desde el principio adoptamos un ritmo que pudiéramos mantener durante varias horas, pues ambos sabíamos que la carrera era larga y que no era necesario (ni tampoco hubiéramos podido) ir al ritmo al cual vas en una carrera de 10, 15 o 20km. Fuimos a 5'/km sin modificarlo lo más mínimo durante los 20 primeros kilómetros. Ese ritmo nos permitía ir hablando, comentar la carrera, qué tal nos veíamos, qué otros retos nos podíamos plantear para hacer, etc... La verdad que fueron unas horas muy agradables, charlando y conociéndonos más. Fuimos pasando pueblecitos y los controles donde nos marcaban en una hoja de registro que habíamos pasado por ahí.
Acabado de pasar el km20 llegó un avituallamiento donde Marc decidió quedarse algo más de tiempo y yo seguí, ahí nos separamos y cada uno fue por su cuenta. Minutos antes me había puesto la música y gracias a ella pude tirar con algo más de fuerza, aumentando el ritmo. Conseguí engancharme a 2 hombres y con ellos fui yendo hasta prácticamente el kilómetro 40. Me encontraba muy bien y la verdad estaba tirando fuerte. En los avituallamientos aprovechaba para recargar pilas y siempre tomaba un vaso de agua, otro de Aquarius, me comía un par de trozos de plátano y media naranja. Cuando llegué al km30 eché mano de un gel que llevaba, el cual me dio un plus de energía para seguir con la travesía.
Acabado de pasar el km20 llegó un avituallamiento donde Marc decidió quedarse algo más de tiempo y yo seguí, ahí nos separamos y cada uno fue por su cuenta. Minutos antes me había puesto la música y gracias a ella pude tirar con algo más de fuerza, aumentando el ritmo. Conseguí engancharme a 2 hombres y con ellos fui yendo hasta prácticamente el kilómetro 40. Me encontraba muy bien y la verdad estaba tirando fuerte. En los avituallamientos aprovechaba para recargar pilas y siempre tomaba un vaso de agua, otro de Aquarius, me comía un par de trozos de plátano y media naranja. Cuando llegué al km30 eché mano de un gel que llevaba, el cual me dio un plus de energía para seguir con la travesía.
Seguí tirando con los 2 hombres de antes y por fin llegué al Monasterio de Poblet (foto de abajo), donde recargué fuerzas en el avituallamiento. Tras volver a partir miré el Garmin y me dio muy buenas noticias, era el km 42 y para ello había necesitado 3h 46min 04seg. "Buen tiempo para un maratón así más o menos de montaña" - pensé. Tan solo me quedaban 10km para terminar, aunque venía la parte más dura de todas, dos sube y baja de aquí te espero con un desnivel bastante pronunciado. Veía que mi objetivo de lograr la carrera en 5h era factible y que podía conseguirlo, pues tenía 1h15' para hacer 10km, aunque más adelante me daría cuenta de que no iba a ser posible.
Para los siguientes 2 kilómetros empleé 19min 51seg, la media había bajado considerablemente y mis fuerzas estaban por los suelos. Después tocaba bajar, una bajada técnica la cual pude descender sin problemas. Acto seguido afrontaba la última subida de la carrera, 2'5km fuertes que tardé 23min 46seg en recorrerlos, los cuales acabaron conmigo y como podéis comprobar en el tiempo que tardé en hacerlos, extinguieron todas mis fuerzas e incluso ganas de seguir. Reconozco que pensé en abandonar, pero el hecho de que tenía que bajar de la montaña sí o sí y por mi propio pie, me obligó a seguir adelante.
Para los siguientes 2 kilómetros empleé 19min 51seg, la media había bajado considerablemente y mis fuerzas estaban por los suelos. Después tocaba bajar, una bajada técnica la cual pude descender sin problemas. Acto seguido afrontaba la última subida de la carrera, 2'5km fuertes que tardé 23min 46seg en recorrerlos, los cuales acabaron conmigo y como podéis comprobar en el tiempo que tardé en hacerlos, extinguieron todas mis fuerzas e incluso ganas de seguir. Reconozco que pensé en abandonar, pero el hecho de que tenía que bajar de la montaña sí o sí y por mi propio pie, me obligó a seguir adelante.
Empecé a descender y a seguir sumando kilómetros. Cuando llevaba 49 se me acabó la batería del mp4, que por muy tontería que parezca, cuando se lleva tanto ejercicio en el cuerpo, escuchar algo de música va muy bien, anima, te da algo de fuerzas y lo más importante, te distrae y te mantiene algo distraído sin tener que pensar en lo que queda. A partir de ese momento mi motivación fue pensar que en 2km la carrera había terminado.
Al dejar el monte atrás entrábamos en el pueblo, miré el Garmin y llevaba 50'2km y 4h 58min 53seg. Ahí fue donde dije adiós a mi objetivo. A pocos metros vi a otro corredor, y apretando dientes me dije a mí mismo que tenía que adelantarlo por mis santísimos. Al minuto conseguí juntarme a él y mientras callejeábamos por las calles de Montblanc la gente (tan a gustito tomándose sus cañas en las terrazas de los bares) nos aplaudía y animaba.
Al dejar el monte atrás entrábamos en el pueblo, miré el Garmin y llevaba 50'2km y 4h 58min 53seg. Ahí fue donde dije adiós a mi objetivo. A pocos metros vi a otro corredor, y apretando dientes me dije a mí mismo que tenía que adelantarlo por mis santísimos. Al minuto conseguí juntarme a él y mientras callejeábamos por las calles de Montblanc la gente (tan a gustito tomándose sus cañas en las terrazas de los bares) nos aplaudía y animaba.
Encaré la última calle antes de girar habiendo adelantado al corredor que había visto al entrar a Montblanc, y sacando fuerzas de donde no quedaban, di las últimas zancadas para cruzar la meta y poner fin a la VI Travesía Borges - Montblanc. Como de costumbre se me olvidó parar el reloj nada más entrar, pero bueno, suerte que la organización captó el tiempo exacto. En total: 52'18km (según Garmin y otros corredores que había allí. Luego hablé con uno de la organización y me dijo que este año habían alargado un poco el recorrido, de ahí esos 700-800 metros de más) y 5h 08min 41seg (tiempo oficial ConChip).
Así pues, tras conseguir ese tiempo, quedé 12º de la clasificación general y 1º en categoría Sub23. Siendo sincero me quedé sorprendido por la marca, pues me parecía que por delante tenía a más gente, pero de todas formas muy contento tanto por la clasificación general, como por la de categorías y (aunque un tanto agridulce) por el tiempo empleado en la carrera.
Me quedé esperando a Marc, quien llegó a los 12 minutos, colándose en una increíble 18ª posición de la general y 2º en categoría Sub23 con un tiempo de 5h 20min 45seg. ¡Felicidades desde aquí a este impresionante corredor!
Una vez los dos juntos nos hicimos unas fotos para tenerlas de recuerdo y nos pusimos a comentar la carrera. Ambos disfrutamos y la satisfacción que te queda después de cruzar meta es indescriptible. Él ya está pensando en hacer otra burrada de este estilo, yo de momento ya he vuelto a entrenar, a correr y a seguir con los entrenamientos.
Esto ha sido todo por hoy, a continuación os dejo con unas pocas fotos más. Por último quiero dar las gracias por los ánimos de aquellos que estaban a lo largo del recorrido, gracias a la organización y colaboradores/patrocinadores que hacen posible que carreras de este tipo se lleven a cabo, gracias a mi familia y novia por venir a verme al final, gracias a los padres de Marc por llevarme hasta Les Borges Blanques y las fotos hechas durante la carrera y sobretodo, mil y una gracias a Marc por contar conmigo para hacer este reto que no olvidaré jamás.
- Reventados después de la carrera comentando qué tal había ido -
- Con el mejor y mayor club de fans que tengo. ¡Ah! Y las más guapas -
- Yendo como podíamos hacia las duchas -
- Ya duchado y limpio en el podio: 1º en categoría Sub23 -
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